Es muy llamativo cómo ciertas conductas del mundo real se repiten en el mundo virtual. Hace un par de años se introdujo de modo deliberado una enfermedad contagiosa llamada "sangre infectada" (corrupted blood) en el popular videojuego World of Warcraft. La enfermedad ocasionaba que los personajes explotaran y murieran, al menos por un rato. Lo interesante es el fenómeno que ocurrió entre los jugadores: muchos de ellos huyeron tratando de salvarse a sí mismos, otros salieron hacia otras ciudades con el objetivo de infectar a más jugadores y algunos, los "healers" o sanadores, acudieron en ayuda de los infectados aún poniendo en riesgo su propia salud.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario